Cómo tener un “Dream Team” y ser el Mascherano de tu equipo


Equipo de marketing online

Siempre me fascinó la sinergia que puede lograr un gran equipo, y siempre me fascinó el increíble efecto que tiene en la mente, encarar cualquier desafío en tu vida como un juego.

Luego de haber dirigido y participado de varios proyectos, he vivido en carne y hueso la diferencia entre armar un rompecabezas con piezas que no cuadran, y jugar un partido donde el 5 recupera y distribuye, para que el 10 le ponga la pelota en los pies al 9, y entonces este la clave en el ángulo para que la tribuna explote y el negocio crezca. Cuando tenés un “Dream Team”, los dados valen por dos. Cuando no tenés el equipo indicado: tu tarea es buscarlo, o encontrar el mejor rol para tus integrantes actuales.

Una de las claves para tener a tu equipo enfocado y rindiendo al 100%, es la motivación. A cada uno nos mueven cosas distintas, el secreto es descubrir que es lo que nos mueve a cada uno. ¿Es un salario más alto? Este es solo la punta del Iceberg: lo que verdaderamente hace feliz a alguien puede ser tener una proyección de carrera, o un lugar donde sea reconocido o aprenda, trabajar desde casa, o poder acompañar a su hijo al colegio cada mañana. La cuestión es descubrir ESO que va a mover a tu equipo hacia una visión compartida.

El otro día @marcelodozetas me contó cómo logró convertir a una integrante de su equipo, en la luchadora más fiel de su empresa: él le preguntó “¿cuál es tu próximo objetivo en la vida?” Y ella le dijo “mudarme”. Entonces él luchó y le consiguió un departamento. Desde entonces fue como tenerlo a Mascherano en su empresa atajando a cada cliente.

A veces tener un buen equipo es elegir cuidadosamente a tus socios, tener un buen mentor, buscar el proveedor correcto, o juntarte a tomar una birra con la persona indicada. No caben dudas que las personas que elijas a tu alrededor, van a influir en tu camino. Así que dedicale un tiempo a pensarlo.

Tal vez para mí este tema lúdico me surja porque nunca dejé de verme como un niño aprendiendo un juego nuevo. De chico odiaba perder, pero la vida me enseñó que no ganaba nada resongando. “Trabajar” es simplemente otro juego para mí: es mucho más complejo que el tablero de “El juego de la vida”, pero es increíblemente más divertido también. “Ganar” es mucho más que recolectar $200 cada vez que pegás la vuelta, y tus movimientos tienen consecuencias: solo tenés que aprender usar las las piezas que la vida te da.


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